EL VENERABLE ONS. MIGUEL ÁNGEL BUILES

Referirnos al Obispo Misionero de Colombia, es reconocer que toda su existencia estuvo marcada por la gracia de la vivencia de éstos pilares de la sinodalidad. En primer lugar, la Comunión. Mons. Miguel Ángel Builes tuvo presente la experiencia de la Comunión como algo tan extraordinario y cotidiano a la vez. En su vida se resaltan los siguientes aspectos...

Comunión
COMUNIÓN

Su “Vivir por dentro”, frase tan repetida para su persona y para sus hijos, porque comunión no es algo conceptual sino algo que se comparte desde las profundidades del ser y que parte de un encuentro íntimo con Cristo, Fuente de unidad y amor permanente, basado en una comunicación constante, en un conocerse y dejarse moldear para establecer vínculos de familiaridad. Uno de los mayores tesoros en la vida de Miguel Ángel Builes era aprovechar cada instante para dialogar, para recibir a Jesucristo y celebrar con tanto amor la Eucaristía y encomendar sus empresas al dueño de todo, ejercitándose plena y confiadamente en la providencia divina. Su sacerdocio, su episcopado, sus Institutos son obras verídicas que se conservan a pesar de las dificultades de los tiempos, por una extraordinaria comunión con Dios. “Cristo tiene pues Corazón y es infinita su ternura.

Atraído por el amor acércate a Él para que lo conozcas cada vez más y mejor” (MTE 75).

El Venerable Mons. Builes nos enseña que, si ya estás en comunión con Dios, si ya te has llenado de Él, si lo has encarnado, ahora es necesario ser generoso y darle a luz para que otros se salven. Miguel Ángel Builes no estuvo lejos de la realidad que vivía su pueblo, su país e incluso el mundo entero. Por ello, en ese vínculo de comunión, exhortaba a sus sacerdotes e Institutos a orar por cada situación, extendía comunicados y pastorales referentes a todo lo que acontecía, con la finalidad de que el pueblo estuviera informado y que pudiera discernir las responsabilidades que les correspondían como Iglesia.

El Obispo Misionero se destacó por ejercer la misión profética en el momento preciso, de actuar como un responsable ciudadano para el crecimiento y el bien común de la sociedad, así le resultaran personas que no compartieran los mismos criterios, hasta el punto de poner en riesgo su misma vida, todo en función de hacer presente que la Iglesia y las realidades que se viven nos afectan a todos, porque somos un solo pueblo y si no nos mantenemos unidos no se podrá avanzar. “Quiero citarles aquí, amados hijos, una bellísima frase: de tal manera de la unión de nuestras personas, el Cuerpo Místico toma un carácter de unidad, “que sobrepasa todo entendimiento” (Filip. 4,7). Por tal motivo, ninguna de las uniones conocidas sobre la tierra puede parangonarse con aquella de los miembros de Cristo con su Jefe”. (MTE 18).

Y como la comunión es permanente y debe reflejarse en nuestro ser, es por ello que el Venerable Obispo Misionero la plasmó en su vida, desde una identificación con Cristo. Vivía sumergido en la comunión, desde una donación completa a la causa del Reino, asimilando las actitudes y enseñanzas de Jesucristo. La comunión vivida de ésta manera, favorece el encuentro con los hermanos, no hace distinción de condición social, ni de culturas, ni de religión o costumbres, es decir no priman las diferencias, sino que se buscan los medios que generen unidad y misericordia.

Así se resaltan esos rasgos aprendidos del Maestro que han permitido valorar el regalo de la comunión y el disponerse a ser un instrumento de unidad. Como nos lo comenta en uno de sus escritos: “Enseñan Santo Tomás, Santa Teresa y San Juan de la Cruz que el alma se asienta en la vida unitiva de una manera definitiva cuando se ha desprendido de todo y de misma, cuando ya no le queda ningún apego voluntario, cuando ya no tiene ningún querer propio sino el querer de Dios, cuando la voluntad de Dios y la suya forman una sola y misma voluntad” (MTE 32).

Sed de salvar almas para Dios. Otro aspecto de comunión que se resalta en el Venerable Mons. Miguel Ángel Builes. Buscó por todos los medios que la Buena Nueva llegara a los lugares más lejanos, motivando misioneros que ayudaran a la extensión del Reino. La fundación de los cuatro institutos ha sido la máxima expresión de COMUNIÓN, ya que fueron creados con la misma finalidad: “salvar las almas”, a través de los diversos carismas inspirados por el Espíritu. 

Por ello, se afirma que el Venerable Mons. Miguel Ángel Builes vivenció la comunión como hombre desde sus recursos formativos y valores cristianos, como Pastor motivando a sus Institutos e Iglesia Particular a estar atentos a los acontecimientos, para un mejor camino discipular en Cristo desde la humildad, el despojo de sí mismo, reflejando hasta el final de sus días ese esmero por llegar a la santidad, con el esfuerzo de potenciar la gracia cada día, compartiendo su tiempo y también lo material, sintiendo el dolor de los otros cristos y motivándolos a la conversión.

PARTICIPACIÓN

Participación

“Toma tú parte en los sufrimientos como un buen soldado de Cristo Jesús” (2 Tim 2, 3).

Continuando con ésta reflexión, es importante partir del concepto de la palabra “participación”. Es un término cuyo origen etimológico se deriva del latín “Participatio”, el cual está formado por el prefijo “Pars o Parti” que significa “Parte o Porción”, el verbo “Capere” que es “Tomar o Agarrar” y por último el sufijo “Tio” que corresponde a una acción y efecto.

Este concepto, visto de ésta manera, permite ver a profundidad su estrecha relación con la vida y obras del Venerable Mons. Miguel Ángel Builes, puesto que, sólo de alguien que contempla y asume en su vida la expresión “Cristo es Todo”, y se traza como consigna: “Pelear las buenas batallas de la fe”, se puede, sin lugar a dudas, pensar y sentir que se trata de una persona con una fuerte vinculación, y no sólo teórica, sino experiencial y práctica, con el Proyecto del Reino de Dios en sí mismo, en su vida.

En éste camino Sinodal, se pretende tener un acercamiento a los dos aspectos más caracterizados de la existencia del Venerable Mons. Miguel Ángel Builes: su influjo en la vida pública del país como defensor de los grandes valores de la nacionalidad, y su destacada acción intraeclesial, como precursor e iniciador de la nueva época misionera en Latinoamérica1. ¿En qué aspectos se destacó principalmente su participación?, ¿Hacia qué ámbitos dirigió su palabra y sus sentimientos de Padre, Pastor y Fundador?

  1. El Venerable Mons. Miguel Ángel Builes se irguió contra el ateísmo implícito en la filosofía liberal, originado por las relaciones de éste partido con el comunismo y la masonería. Escribió 16 pastorales sobre los errores religiosos de ellas. Igualmente, se opuso a la eliminación de la referencia a Dios en la Reforma Constitucional de 1936, debido a la intencionalidad que ésta ocultaba.
  2. Previó los gérmenes de violencia en torno al Liberalismo.
  3. Denunció las crisis de líderes y cómo éstas cambiaron muchas veces sus principios por fines, el bien común por intereses personales.
  4. Anunció las consecuencias nefastas de la eliminación de la Educación Religiosa en las Instituciones Educativas. También luchó por proteger la unidad familiar.
  5. El Venerable Mons. Miguel Ángel Builes es, en toda la extensión de la palabra, un combatiente que llevó la delantera en las batallas de la fe: valiente, arriesgado, apasionado, y ardiente proclamador de la Verdad. Su presencia en la vida pública, como un gran líder religioso para todos los tiempos, ha sido y es un paradigma.

Mons. Builes sintió fuertemente la llamada a participar, porque se sabía pueblo de Dios, invitado a comprometerse en el ejercicio de la escucha profunda y respetuosa de los demás. Vivía en contacto permanente, tocando realidades.

En una Iglesia Sinodal, toda la comunidad, en la libre y rica diversidad de sus miembros, está llamada a orar, a analizar, dialogar, discernir y aconsejar, para tomar decisiones pastorales que correspondan lo más posible a la voluntad de Dios. Hay que hacer esfuerzos genuinos para asegurar la inclusión de quienes están en las márgenes o se sienten excluidos. “Tengo otras ovejas, que no son de este redil; a ésas también tengo que traer, y escucharán mi voz, y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor “. (Jn 10, 16). 

MISIÓN

Misión

Su participación en ésta dimensión de la Iglesia, la evangelización, es una invitación permanente a la renovación y apertura hacia las necesidades espirituales de otros pueblos. “El apóstol no se encierra en mismo...” (MTE 79). Hablar de Monseñor Builes es hablar de misión, porque era su esencia, su huella, su sello característico. Él nos demuestra su celo misionero en sus escritos, fundaciones, en su vida misma. Para nosotros sus hijos es la herencia más preciada.

Como bien sabemos, para que la misión dé frutos abundantes, es necesaria una vida de intimidad con Dios, pero con el grado de exigencia de nuestro Padre Fundador, o sea en la “Conformidad de la Voluntad con la del Amado” (MTE 58).

En este numeral, Monseñor Builes muestra todo un itinerario de vida para lograr la conformidad con Cristo, poniendo como fundamento el amor. Así es.

Sólo de un alma enamorada surge la necesidad de transmitir esa experiencia de fe que cambió su vida y que le obliga a actuar, a no quedarse con todos los bienes recibidos, sino a dar primero en su propio ambiente y ya después en los más lejanos.

Ser misionero requiere atención a las inspiraciones del Espíritu Santo, para saber discernir cuál es la voluntad de Dios en cada momento, para ir transformando la voluntad a la del amado y también ir creciendo en la identificación con Cristo.

Tomado de: 8. BOLETIN MAB DICIEMBRE 2022

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