Cuando en 1962 el Venerable Miguel Ángel visita pastoralmente la parroquia de Aragón, escribió en el Acta:
Una cualidad de nuestros queridos hijos de esta parroquia nos llena de consuelo, es que en la mayor parte de los hogares se observan todavía las costumbres patriarcales que se van esfumando en todo el mundo. No vayan pues a permitir nuestros amados hijos que el protestantismo y el comunismo se vengan a infiltrar en tan querida parroquia, para que no se desquicien las bases de la sociedad cristiana, que son los hogares que se asemejan al hogar de Nazaret. Para ello, no dejar la preciosa costumbre de los primeros viernes, ni haya hogar en donde no estén entronizados el Divino Corazón y la Reina de los cielos; que no se abandone por nada el rosario en familia y que en el poblado se siga la bella costumbre del Rosario de la aurora todos los sábados; que cuantos puedan, reciban con frecuencia y aun diariamente al Señor Sacramentado para que aumente la vida divina en los hogares y en sus almas.
Refiriéndose al tradicional Rosario de la aurora para honrar a Nuestra Señora de las Misericordias exclama:
Es igualmente consolador el saber que la asistencia a la santa misa es muy y el rosario de la aurora deja en nuestros cielos un eco musical como de ángeles y se siente perfume de cielo al escuchar el Ave María y el canto de los fieles a María que desde su sitial de misericordia sonríe con la aurora a sus queridos hijos.
El Venerable Miguel Ángel Builes ve en las Asociaciones Católicas instrumentos imprescindibles para el crecimiento de las Parroquias en todos lo aspectos, especialmente para dinamizar la vida espiritual, formarla y proyectarla:
Las Asociaciones piadosas han crecido en número y en fervor religioso. Son ellas: Las Cofradías del Santísimo y de la Doctrina Cristiana; las Congregaciones de Madres Católicas; de Hijas de María; El Apostolado de la Oración; la Venerable Orden Tercera; La Cruzada Eucarística; La Cofradía del Rosario; La Legión de María; El Centro Vocacional. Estas Asociaciones deben trocarse en apóstoles seglares, así: La Cofradía del Santísimo, para que todos sus socios reciban el Pan celestial todos los días y lleven de su mano muchas almas al comulgatorio.
Los socios de la Cofradía de la Doctrina Cristiana deben trocarse en apóstoles seglares y enseñar a muchas almas el Evangelio en la Doctrina.
Las Madres Católicas a su turno lleven a Dios a sus hijos y parientes, conducidos de la mano hasta el Dios del amor.
Las Hijas de María con el ejemplo de su virginidad y su acción apostólica induzcan el mayor número de doncellas a pertenecer a ese bello jardín de la Madre de Dios, María, para que todas aprendan de María, de quien son Hijas, a cultivar el jardín de azucenas y de todas las flores del espíritu en favor de las jóvenes fervorosas para hacer de ellas hijas de María.
El Apostolado de la Oración se forma de apóstoles que por la oración ayudan a convertir los infieles de nuestras selvas y atraer hacia Cristo a sus vecinos de pueblos y ciudades.
La Cofradía del Rosario llevará a los pies de la Virgen a sus socios, para que devotamente recen el Santo Rosario y ayuden así a salvarse ellos y salvar las almas de los demás.
La Legión de María formará soldados de esta dignísima Reina del Cielo que sabe acabar con todas las herejías y pisar la serpiente infernal aplastándole la cabeza.
Esta Legión es de mujeres y hombres, quienes a su turno se constituyen soldados de tan soberana Reina, que busca con sus legionarios formar ejércitos para salvar miles de almas.
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