Blog de Espiritualidad Teresiano
Artículos de interés general de la provincia y en su mayoría sacados de la Publicación "Acontecer Provincial"
Miguel Ángel Builes, pastor en salida

Dios siempre nos desconcierta con sus cosas. De un niño campesino saca un obispo portavoz de lo que la Iglesia consideraba bueno y justo para mantener la fe.

Esculcando, me encontré con Miguel Zapata, uno de los biógrafos de Miguel Ángel Builes y me pareció curiosa la manera en que describe al obispo:

“No era enjuto como muchos campesinos desnutridos que recorrían las veredas de su pueblo. Creció fuerte y arrogante. Trató de castigar su cabeza con un gesto de modestia que le daba mayor aire de atracción. Ofrecía una sonrisa forzada que constreñía la poderosa mirada innata”. Monseñor Builes fue un líder por excelencia, monolítico en sus creencias, batallador incansable y muchas veces “la voz que clama en el desierto” en su particular forma de ver las cosas.”

Quisiera, a partir de esta descripción, conversar un poco con el Venerable.

  • Señor Builes, ¿Qué recuerda de su infancia?

Pues, fui el segundo de nueve hijos de Anita, mi mamá y Agustín, mi papá. Ellos dicen que me bautizaron en 1888 allá en mi pueblo Don Matías y que recibí también, a mis 6 años, la confirmación de manos del obispo de Santa fe de Antioquia Mons. Juan Nepomuceno Rueda. Después de que nos fuimos a vivir al pueblo, a mis 9 años hice la primera comunión y, me acuerdo de que hice un triple voto: ser pobre, ser sacerdote y celebrar mi primera misa en la Iglesia de Don Matías. Durante parte de mi niñez y juventud estuve ayudando a mi papá y mi mamá en las labores del campo hasta que decidí entrar al seminario de San Pedro de los Milagros. Tenía 18 años y me fui a pie desde Don Matías.

  • Monseñor, cuénteme más sobre entrar al seminario

Yo fui a estudiar a San pedro, tercero bachillerato y, después de 5 años, me fui para el seminario de Santa fe de Antioquia. Allá conocí la historia de un alma de Santa Teresita. En 1914 Monseñor Crespo me unge como sacerdote, después de un año de enfermedad que pasé en la casa. Yo creo que el Señor me tenía para grandes cosas. Yo era medio enfermo y con tantos cambios de climas, comidas y lugares, me deterioré un poco.

  • Señor, Builes, ¿cómo le fue de cura?

Uf, mucho trabajo, las almas necesitaban calmar la sed de Dios. Mons. Crespo me mandó para Valdivia como cooperador; luego me fui como primer párroco de Santa Isabel y el Tigre; de allí pasé a Remedios y, estando ahí, fundé un periódico al que llamé: La Espada.

  • y ¿ese nombre?

Creo que ya el Señor tenía escrita mi misión. Eso lo comprendería más adelante cuando me llega el nombramiento del Papa Pio XI como obispo de Santa Rosa de Osos. Ahí le hago honor a la espada de la Palabra de Dios y pongo en mi escudo: Certa Bonum Certamen Fidei (pelear las buenas batallas de la fe). El 3 de agosto del 1924 me ungen como obispo y, para acabar de ajustar, se hace ahí mismo en Bogotá, el primer congreso misionero de Colombia.

  • Por qué dice Monseñor, ¿para acabar de ajustar?

Es que ahí se va a configurar lo que voy a ser, a construir, a defender. Imagínese que, con algunos de los sacerdotes de la diócesis, específicamente con Abigail Restrepo y otros cercanos, nos propusimos construir un seminario de Misiones. Pasaron casi tres años para que el Señor nos diera desde la pobreza y la generosidad, la primera fundación del seminario de misiones en América Latina en 1927, los Misioneros Javerianos de Yarumal. Luego siguen las Teresitas Misioneras en el 29, año en que me fui para Roma por primera vez. Después de volver en noviembre, me di cuenta de lo que pasaba en Colombia y escribí mi primera pastoral sobre la división que tenía internamente el partido Conservador. En 1931 empezó el tira y encoge con los liberales. Porque a la Iglesia hay que defenderla.

  • Señor Builes, ¿usted cree que fue escuchado cuando escribía sus pastorales?

Mmm, yo creo que sí, a veces levanté mucha ampolla. Creo que para ser un buen pastor hay que tener dolor de patria, abrir más el horizonte para no quedar miopes en nuestra mirada de la realidad. La situación de Colombia era tremenda. Yo creo que escribo bastante…y de todo. A veces se me fue la mano, incluso con los otros obispos de la patria quienes como “perros mudos” se apartaban de la realidad que estaba llegando al país. Creo que no podían ver lo que yo ya veía venir con el liberalismo, el comunismo, el relajamiento de la moral…

  • Monseñor, Algunos le critican excesos en algunas de sus pastorales

Sí, especialmente con la moda femenina. Yo creo que una mujer se ve más femenina con atuendos adecuados. Además, muchos, como hoy, se dejan llevar de modas que surgen en países muy distantes y distintos. Creo también que la educación de los hijos debe estar a cargo de los padres y no ser adoctrinada por los gobiernos. Igualmente, considero que la vida moral debe mantenerse activa para que no se pudra en el relajamiento de las virtudes. A veces el dolor de patria me hace decir cosas que tienen un efecto adverso.

Monseñor Miguel Ángel Builes, le agradezco el tiempo y lo que hizo en su tiempo. Nos seguimos viendo en sus fundaciones.

 

Recursos:

  • Semblanza Monseñor Miguel Ángel Builes. (s.f). [Documento PDF]
  • Monseñor Builes un profeta del acontecer nacional. Escrito por el padre Oscar Osorio Jaramillo mxy

 

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