Blog de Espiritualidad Teresiano
Artículos de interés general de la provincia y en su mayoría sacados de la Publicación "Acontecer Provincial"

  • Templo de Ituango
    Tomado de wikipedia
  • Paul Ricœu
    Tomado de Wikipedia
  • Ituango
    Foto de Sergio Fajardo

Comenta el Padre Libardo Esaú Zapata Yepes, Sacerdote oriundo de Ituango, acerca de dos visitas pastorales de Monseñor Miguel Ángel Builes en la Parroquia de La Granja Ituango lo siguiente:

He leído con visible complacencia y en espíritu de fe dos actas de sendas visitas pastorales a la Parroquia de La Granja, corregimiento ubicado al norte del extensísimo municipio de Ituango, hechas por el entonces obispo diocesano, Monseñor Miguel Ángel Builes Gómez, cuyo nombre no necesita presentación en la Iglesia particular de Santa Rosa de Osos ni en el ámbito de la geografía nacional.

Las dos visitas se inscriben en un lapso de ocho años en la década de los cuarenta, toda vez que la primera data del 1° de noviembre de 1940, a casi dos años de la fundación de la parroquia, y la segunda, del 20 de julio de 1948, ocho años después.

Me llama poderosamente la atención el lenguaje sencillo, escueto y correcto tanto para señalar debilidades y flaquezas como para encarecer virtudes y esfuerzos, discriminando sistemáticamente los órdenes espiritual y material; es un lenguaje claro en el que se percibe diáfanamente no sólo el cuidado tierno y afectuoso sino también la preocupación sincera y efectiva de un celoso pastor por su rebaño.

En el auto de la segunda visita se reconocen los progresos debidos al acatamiento de las sugerencias hechas en la primera, pero no por ello, se deja de afirmar con caridad pastoral que aún persisten situaciones oscuras que es preciso iluminar con la luz del Evangelio, y que es mucho lo que todavía debe hacerse en la realidad temporal y en el trasegar espiritual.

Hoy, casi ochenta años después, es mucha el agua que ha corrido bajo los puentes, y la Parroquia de La Granja, consagrada a la Inmaculada  Concepción,  ha  vivido  muchos avatares y situaciones de diversa índole, donde se siguen alternando triunfos y fracasos, en medio de los cuales se va extendiendo silenciosa y misteriosamente el reino de Dios (Mc 4,26-29).

Se han sucedido hasta hoy en su guía pastoral, eximios sacerdotes que han dado lo mejor de sí por servir a esta porción de la grey del Señor, como próvidos colaboradores de esa pléyade de obispos y prelados abnegados que han sucedido al obispo misionero de Colombia en la conducción de nuestra amada diócesis.

Hoy, la palabra de Dios se sigue difundiendo en la parroquia de La Granja, como lo narran de manera insistente Los Hechos de los Apóstoles, a pesar de las contradicciones y oposiciones que vive el Evangelio fuera de la Iglesia, y aun dentro de ella, porque “el designio de Dios, aunque ineluctable, no se realiza sino por medio de la obstinación humana” (Paul Ricœur).

No podemos menos de agradecer a Dios porque hoy continuamos escuchando en la parroquia de La Granja las canciones presurosas de las hoces, y gozando las gavillas de la siega sonreída, cual fuera el deseo del Señor Builes, ese titán y poeta de la evangelización.

Que el rudo golpear, la faena y el sudar nunca cesen en la Parroquia de la Granja, ni en el mundo entero, ratificados por el hálito del divino Espíritu y la poderosa intercesión de la Madre de las Misericordias, de San Miguel Arcángel y de Santa Teresita del Niño Jesús. (Hasta aquí el aporte del Padre Esaú).

 

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