Doy gracias a Dios que me permitió realizar esta misión de semana santa en este bello municipio de Icononzo, para mí ni conozco pues no le conocía. Fue una experiencia maravillosa luego de una dura prueba de aislamiento y virtualidad espiritual durante la pandemia del Covid 19.
Felizmente durante este año muchas misioneras Teresitas pudimos hacer una semana santa más cercana a la gente, tomando las medidas de bioseguridad. En icononzo la evangelización fue un éxito para gloria de Dios. es muy gratificante tener a la gente cerca evangelizando desde los niños hasta los adultos y agentes de pastoral con retiros de preparación para vivir el triduo pascual, y hasta animación en el ancianato.
Desde el domingo de ramos se vio la alegría de las gentes por vivir la semana santa. El miércoles iniciamos el acto penitencial en procesión, con todos los Santos de devoción del pueblo que son bastantes y con peso suficiente para los que querían hacer penitencia. Es emocionante ver tanta gente animada al cambio, en búsqueda de una experiencia de Dios participando activamente en todas las actividades que se programaron, entre ellas cine al parque nuevo para mí allí aprovechamos el mundo guyi (aeróbicos espirituales) antes de la película esto fue le lunes y martes santo.
La ultima cena con la que comenzamos el triduo pascual estuvo marcada por acción de gracias, adoración, procesión y alabanza ya que había mucho que agradecer entre todo el don maravilloso de la Eucaristia en donde Jesús se queda con nosotros y en nosotros. El viernes santo marcado por el camino hacia el calvario acompañando a Maria y meditando la pasión del señor rogándole a la vez que nos diera el don de la conversión. Terminamos en procesión como todas las ceremonias después del sermón de las 7 palabras.
El sábado de vigilia todo dispuesto para recibir el don del amor resucitado en nuestros corazones. Fue verdaderamente la gran noche en que Cristo venció la muerte, los miedos dándonos las primicias de la resurrección y la promesa firme de que estaría con nosotros a partir de este momento. Noche de luces, alegrías, emociones encontradas, porque verdaderamente el señor resucito en Icononzo Aleluya.
Agradezco al señor la vida y vocación del padre Manuel catillo Castaño párroco de este municipio y de su parroquia san Vicente de Paul, por su acogida, testimonio, al igual que la prenovicia Wendy por su participación activa y testimonio de fe.
Gracias nuevamente al señor por permitirme este espacio para ser evangelizada y luego evangelizar.
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