Ubicándonos
El municipio de Remedios limita por el norte con el municipio de Segovia, por el oriente con el departamento de Bolívar y el municipio de Yondó, por el sur con los municipios de Yondó, Puerto Berrio, Yolombó y Yalí, y por el occidente con los municipios de Vegachí y Amalfi. Temperatura media: 24 °C
En 1560, Francisco Ospina fundó en el valle de Corpus Christi, una población con el nombre de Nuestra Señora de los Remedios.
Actualmente, pertenece a la provincia Minero Agroecológica puesto que su principal economía es la minería aurífera, además, cuenta con sitios turísticos como balnearios naturales. Es importante mencionar que en su territorio se asienta la comunidad indígena resguardada Korodó Ité (Emberá Chamí).
Parroquia Nuestra Señora de Los Remedios
Ubicada en Remedios, se encuentra la imponente Parroquia Nuestra Señora de Los Remedios. Este antiguo y fascinante lugar es conocido por ser el escenario de ceremonias religiosas de gran importancia. Durante generaciones, este templo ha sido testigo de encuentros espirituales significativos, atrayendo a fieles de todas partes en busca de una conexión profunda con su fe.
Más allá de su arquitectura impresionante, la parroquia brinda a sus visitantes un espacio tranquilo y acogedor para un encuentro íntimo con Dios y la Santísima Virgen María.
Además, es reconocida por su ambiente lleno de bondad y buenas personas. Sin duda, este lugar es ideal para agradecer, pedir perdón y orar por la humanidad. Sumérgete en la esencia espiritual de Remedios y descubre este hermoso refugio de paz y devoción.
… Y allí vivió en intimidad espiritual y misionera el Venerable Miguel Ángel Builes, como párroco y luego como Obispo en las 0cho visitas pastorales que realizó.
Dice Mons. Builes en la primera visita pastoral a Remedios el 8 de mayo de 1925:
pero con profunda alegría de nuestro corazón de Padre y de Pastor dejamos consignado que no son esas almas el mayor número, y que ya nuestros amadísimos campesinos empiezan a desengañarse y a ver quiénes son los enemigos de sus almas y de su salvación eterna. Cómo nos place ver asomar en el horizonte la aurora brillante de una cercana y definitiva regeneración moral, efecto de la labor cruda, pesada, sangrienta a veces y heroica que llevan a cabo para el bien espiritual de esta parroquia amada, los dos abnegados sacerdotes encargados de esta porción de nuestro rebaño. Sigan ellos sembrando con lágrimas la semilla del bien, que pronto cosecharán en medio de la alegría el fruto de sus trabajos apostólicos. Así veía, sentía y actuaba MAB.
Remedios: ¡Cuántos males sin embargo que remediar!
Guárdense cuidadosamente los fieles del trato y comunicación con esa bandada de creencias protestantes… atendiéndolos únicamente con los deberes de ciudadanos en razón de las necesidades de la vida no más. Bien conoce el pueblo quiénes son estos “lobos que revestidos con pieles de ovejas amenazan el redil y han logrado ya clavar sus garras y sus dientes en unos pocos de nuestros amadísimos hijos, cuya curación y vuelta al redil ansiamos sin embargo anhelosamente”.
Otro mal que tenemos que llorar como Nuestro Señor a la vista de Jerusalén, es la dureza de tantos corazones envueltos en culpable ignorancia, que cierran los ojos a la luz de la verdad, y respecto de los cuales se podría clamar con Nuestro Señor: “¡Ay de ti Corozain! ¡Ay de ti Betzaida! (Mt 11,20), porque
si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los prodigios que en vosotras, ya ha tiempo que habrían hecho penitencia en el cilicio y la ceniza”. También entre los hijos de este pueblo hay muchos que han despreciado miles de veces la gracia de Dios
Después de la soberbia del espíritu lo que más domina en esta amada parroquia es el culto de la carne: cuántas uniones ilegítimas, cuánta infidelidad en el matrimonio, cuánta libertad en las conversaciones, en los actos, en todo.
Cuánto consuelo experimentó nuestra alma al ver que las comunidades religiosas siguen su marcha regular, acaso más fervorosas que antes, y cómo se alegró nuestro corazón de padre al ver, que un lucido grupo de caballeros, jóvenes, damas y niños se aprestaban y llevaban a cabo la formación de ese hermoso escuadrón de amadores, reparadores y adoradores del Dios querido de nuestros altares. Ánimo, pues, queridísimos adoradores del Jesús solitario; que juntamente con la lamparita que se consume lentamente al pie del tabernáculo, se vaya consumiendo amorosamente alguna vida, que pasa por su media horita, su cuarto de hora junto al dulce Prisionero del sagrario. Alguna chispita de amor habrá de salir del tabernáculo, cada día y a cada hora para entrar en el pecho afortunado de cada adorador.
Cómo ha gozado nuestro corazón al ver acercarse al sagrario tantas almas en estos días de bendición. ¡Ah! Si los hombres comprendieran ¡cuánta dulzura se encierra tras la puertecita del sagrario! Venid y gustad cuán suave es el Señor de la Eucaristía. Comulgad hombres, comulgad jóvenes, comulgad niños, comulgad mujeres, comulgad doncellas, comulgad todos; y en vuestras horas de angustia y de pesar, cuando el dolor y la pena laceran vuestra alma, venid junto a la verja del sagrario y hablad con amor y confianza al que de amor habita en el altar. Visitadle todos. Que, si Remedios sigue empapándose en el amor a Jesús Sacramentado, dentro de pocos años estará regenerando y la flor de la virginidad florecerá con nuevos encantos y más delicados perfumes, la fidelidad conyugal será respetada, la formación religiosa de los hijos quedará asegurada y los hogares serán nidos de amor y de pureza donde tendrá su habitación el Dios de amor. Así veía, sentía y actuaba MAB.
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