¡Amada Congregación! Llegó tu hora, llegó tu hora, la hora de tu apertura a la misión Ad Gentes en el Continente Africano.  Fue el 12 de septiembre de 1987, fecha que se hizo grande en los anales de la historia del Instituto, por la celebración del “ENVIO” de las primeras Misioneras Teresitas a las tierras africanas, para llevar el anuncio de la salvación.

La amada Casa Madre fue el sitio más familiarmente propicio para la concentración fraterna y festiva de gran número de Hermanas, que desde sus lugares de trabajo apostólico acudieron a participar de la solemne ceremonia, en la que nuestra Congregación fue “enviada” por la iglesia, representada en el Pastor de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, Excelentísimo Señor Joaquín García Ordoñez (q.e.p.d), a cumplir el mandato del Señor: “ID POR TODO EL MUNDO A PREDICAR EL EVANGELIO” (Mc. 16,15).

Fue como una fresca resonancia de las recientes fiestas de apertura del Centenario del nacimiento del Padre que fundó a las Misioneras Teresitas, para todas las almas que las necesitasen en cualquier lugar de la tierra y les dejó de herencia su ardiente celo por la gloria de Dios y la salvación de los hermanos.

Tres días después de la ceremonia de “envío”, el 15 de septiembre, en medio de lágrimas y profunda satisfacción por el anhelo de ampliar las tiendas del Señor, partieron las misioneras rumbo al Africa.  A las Hermanas Beatriz Montoya A. Elvia Vargas S. Dora Alicia Gil E. Inés Elena Pulgarín P. y María Martínez V., acompañadas por la Hermana Libia Correa B., Consejera General, les correspondió abrir la brecha, marcar huellas que habrían de seguir nuevos grupos de Teresitas, impulsadas por “el amor y el celo que es de suyo conquistador, inquieto, valeroso, resuelto y generoso” (Mi testamento espiritual # 76).

La fundación de la primera misión en Africa, el 25 de septiembre de 1987, se hizo en Wansokou, Diócesis de Natitingou, en la República de Benin, Africa Occidental, en una de las zonas más pobres.  El Cardenal Gantín, con gran alegría, brindó toda su colaboración para estas fundaciones, consiguió las visas necesarias y dio todo su apoyo moral y económico. 

En una de sus visitas a Wansokou, fue para él y para nuestra Congregación, muy satisfactorio constatar la entrega generosa de nuestras hermanas Teresitas.  La alegría y el entusiasmo con el que se han encarnado en estas culturas tan necesitadas. 

Siete meses más tarde, el 20 de abril de 1988, llegó un nuevo grupo de cuatro hermanas, acompañadas esta vez por la Superiora General: madre María Lilia Aristizábal  Pineda y la Hermana Fabiola Hurtado Escobar, Consejera, para hacer la segunda fundación, la cual tuvo lugar en Badjoude, población a dos horas de Wansokou.

La labor en estas Casas – misión, es la atención a dispensarios, visitas domiciliarias, catequesis, pastoral social y educación escolarizada, con proyección a los caseríos cercanos.

Posteriormente la Congregación llegó a países de Egipto, Togo y Costa de Marfil. En la actualidad, año 2020, tiene misiones en : Kenia: Tuum- Diócesis de Marilal y Barsaloi-Distrito Samburu, perteneciente a Africa Central; Costa de Marfil- región de Lagunas, perteneciente a Africa occidental.  En Benin: Abitanga –Diócesis de Djou Gou et abitanga, Doutin – Diócesis de Abomey

Es la realización de los “sueños del Fundador”, a quien, por el Centenario de su nacimiento, sus hijas Teresitas le ofrecieron las primicias de su misión en África, adonde fueron gozosas a compartir su fe con los hermanos más necesitados. 

Tomado: De las bodas de oro a las bodas de Diamante 1979 abril 2004 pág. 45  - 46

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