El servicio de la Provincia Santa Teresita en la evangelización busca construir el Reino de Dios entre los hombres. El Reino que significa una convivencia humana fundamentada en la justicia, el respeto mutuo, la fraternidad, la calidad de vida y la paz, anticipo de la realización plena del triunfo de Cristo sobre el pecado y la muerte. En función de esos valores evangélicos, la Provin- cia sirve y se organiza en su ser y quehacer de todos los días. Reír, cantar, jugar, orar es la expresión del alma y de una espiritualidad que nos invita a vivir desde la infancia espiritual.
¡Qué tendrá lo pequeño que a Dios tanto le agrada!
Nuestra Provincia como parte de la Congregación y de la Iglesia ha de estar en permanente coloquio con el cosmos, pues todo lo que vivimos es parte de la creación y parte de ese todo, que es Dios. Somos palabra, mensaje y testimonio de esperanza y alegría, en las comunidades, suscitando una actitud constante de búsqueda de las respuestas adecuadas a las necesidades de cada hermana, de las obras, la provincia y de la sociedad.
Hoy más que nunca vemos la importancia de mantener comunidades fortalecidas en relaciones cordiales donde se contribuya con lo que somos y tenemos para colocar bases firmes en nuestra casa común, favoreciendo relaciones sanas y cálidas. Nos urge aprender a disfrutar los espacios verdes que necesita la vida fraterna como terapia del encuentro a través de las relaciones interpersonales. Hoy más que nunca tenemos la necesidad de apoyarnos y sentirnos unidas pa- ra vivir la verdadera paz que viene de Dios. Hagamos vida lo que nos dice el papa:
“Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le per- mitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero."
Así lo enseñaba el siervo de Dios Miguel Ángel Builes diciendo que Dios es en nosotros como la savia en la planta, como la sangre en el cuerpo, como el calor en el sol. Entonces lo que a nosotros nos toca hacer para crecer como hombres y mujeres, para ser más que humanos, es abrirle espacio a Dios en nosotros y dejar que Él actúe.... Es la única manera de crecer. Haciendo eso, ¡crecemos incluso cuando dormimos! Llegar a ser plenamente humano, más que humanos, es trabajo de Dios y responsabilidad nuestra.
Autor: Hna Luz Marina Almeida Misionera de Santa Teresita Superiora Provincial
Foto de Aaron Burden en Unsplash
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