Cada día de nuestra vida tiene un sentir de momentos alegres y tristes, por eso es así como empiezo a escribir otra historia de mi vida el cual es movido por Jesús y la virgen María.
Todo esto empieza cuando veo y siento que el trabajo, los estudios, el núcleo de amigos con las que comparto no me da un sentido de felicidad, alegría, motivación, siento un vacío el cual no puedo llenarlo con estas cosas que el mundo de hoy nos ofrece. Este mundo de hoy es un contratiempo de obligaciones, deberes, cumplir horarios, las personas van caminando por las calles sin detenerse a observar no hay saludos ni miradas del lugar van en deprisa y no se detienen tampoco en reflexionar ni de contemplar la naturaleza, vivimos en un tiempo que ya no se quiere dialogar, ni de compartir momentos debido a que la tecnología y los avances tecnológicos están llegando a los hogares de las familias con un mundo diferente a la realidad todo es una imagen falsa.
Es por eso que pienso y digo porque vivir esto si hay más allá sucesos, vivencias y una realidad que queremos omitir como la pobreza, la discriminación, el maltrato, la indiferencia, donde la política y la economía nos hacen creer que vivimos por estratos sociales; pero esto lo quiero cambiar y porque no en dejarlo todo para servir para ofrecer mi vida por los demás. Donde siento que mi lugar se encuentra allí y es en seguir los pasos de Cristo como lo hizo con sus discípulos en ese tiempo y como han venido surgiendo por medio de otras personas que hoy en día son grandes ejemplos de Santidad y es ver en ellos a Jesús allí presente. Así que empiezo a sentir más un amor hacia las personas donde me siento con tranquilidad, siento paz interior en mí, es una armonía cuando contemplo y miro las creaciones maravillosas de Dios como el cielo, la naturaleza, los amaneceres y atardeceres que me gusta mucho observar como las flores.
Allí es donde empiezo una busqueda de dar respuestas a mis dudas e inquietudes, empiezo a hablar con el Padre de mi Parroquia la cual se llama San Antonio María Claret ubicada en Piedecuesta (Santander) él me aconseja que empiece a cambiar mi estilo de vida el cual llevaba en ese momento para que sea más semejante al camino de Cristo, también les comento a mis padres quienes han sido personas muy importantes en cada etapa de mi vida, ellos me han brindado su confianza, cariño y comunicación. Y comienzo a hacer más presencia en las eucaristías, el comulgar, tener una buena confesión, visitas al santísimo, momentos de oración personal y comunitaria con la palabra diaria.
Estos espacios me ayudan a ir creciendo como persona y espiritualmente en lo que un día me aconseja mi director espiritual ir buscando comunidades religiosas de acuerdo al carisma en la que siento que el señor me ha llamado; por lo que empiezo una búsqueda por medio de la web en la que encuentro un día en el mes de Agosto del año 2019 a las Misioneras Teresitas allí dejo un mensaje y a los pocos días ellas me dan respuesta en la que emprendo el camino de un proceso de conocimiento tanto de la comunidad para conmigo y de la animadora vocacional quien es la Hna. Ingris Tejada, con ella empiezo el acompañamiento vocacional.
También en este proceso ha sido muy valioso porque me ha servido en el poder interiorizar y cuestionarme de mi misma como es el manejo de las fichas, son una clave importante del recordar mis etapas de la vida porque con ellas me han ayudado a una sanación y curación de heridas que pensaba que había tenido ya solución, pero no era así y conociendo que una experiencia negativa podía luego considerarla positiva.
Prenovicia: Wendy Jurley Vargas Jaimes
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