Las hermanas Teresitas llegaron hace 15 años, a Wacuco (centro de formacion) a los pocos años el Padre Pablo Kasuboski, (gringo) construyo la casa detrás del templo.  Se ven las huellas de las hermanas anteriores a quienes les toco partir casi de cero.

EN LA COMUNIDAD DE TORTÍ – PANAMA

Torti es un pueblo diferente a los que conocemos, el centro lo conforman el templo Parroquial Cuerpo y Sangre de Cristo, unos centros comerciales, varios restaurantes, lo demas son comunidades a las que hay que desplazarnos en carro, son un total de 28 comunidades clasificadas en 3 sectores, solo dos de ellas no tienen capilla. Hay 4    de difícil acceso.

Las comunidades tienen su delegado, catequistas y comités católicos que hay que estar animando y formando, por eso cada mes se les hace convivencia con temas de formacion. En los sectores se les hace retiro mensual, a las comunidades celebración de la Palabra y hora santa, cada 8 dias.

Las hermanas Teresitas llegaron hace 15 años, a Wacuco (centro de formacion) a los pocos años el Padre Pablo Kasuboski, (gringo) construyo la casa detrás del templo.

Se ven las huellas de las hermanas anteriores que les toco partir casi de cero.

Desde el 2015 esta parroquia estaba a cargo del Padre Amado Flores, panameño, que fue trasladado a otra diócesis, ahora se ha duplicado nuestro trabajo porque solo hay un sacerdote, Padre Pablo y un diacono.

Este año 2021 hemos estado la Hermana Claudia Patricia y yo atendiendo los tres sectores. Tenemos 6 laicos consagrados e iniciaron la formacion 4 laicos. Somos del Consejo Parroquial.

La situación actual, con sus ambigüedades e inconsistencias, la terrible pandemia que ha obligado a la mayoría de la gente a vivir aislada, sin comunicación, no ha sido para nosotras motivo de desencanto ni de miedo, hemos tratado de conocer, esa situación, entenderla y procesarla y la hemos afrontado desde una imbatible esperanza. Por tanto, hemos ido a las 28 comunidades, no hemos cerrado el templo, hemos celebrado todas las ceremonias litúrgicas con gran afluencia de gente tanto al templo central como a las capillas de las   diferentes comunidades. A nosotras y a todas las comunidades nos fortalecido la procesión con el Santísimo Sacramento cada 15 dias, por toda la carretera, un trayecto bastante largo, con permiso de Senafront y de Secretaria de salud, las gentes salían, se arrodillaban, le tiran flores con gran fervor. De igual manera, procesión con la Santísima Virgen del Carmen y el Santo Cristo.

La Hna. Patricia tiene a su cargo los jovenes se reúne cada 8 dias, da clase de teatro y guitarra y conformo un coro de jovenes con el nombre de San José. Ha presentado tres obras de teatro  

Tiene a su cargo los jovenes de confirmación.

Hemos tratado de trabajar con los, adolescentes, jovenes, con parejas, y con familias golpeados por la vida, por la violencia de mil caretas, por el mal ejemplo, por la carencia de valores y sobre todo por el desamor que como cáncer está carcomiendo lo mejor de nuestra iglesia. No hemos podido trabajar con los niños, no alcanzamos 

Yo soy la encargada de la pastoral familiar y la preparación de los adultos para los sacramentos, se han casado durante la pandemia 12 parejas con varios años de unión libre, en el momento estoy preparando 5 más. Muchas personas mayores se han bautizado, casado y bautismo de sus hijos.

Procuramos que la situación actual no robe de nosotras la esperanza, y asi ser capaces de seguir sembrando, desde esta misión el futuro de una nueva parroquia. No tenemos derecho a cruzarnos de brazos esperando que sean otros los que empujen la primavera, no tenemos derecho a ser de aquellos que mantienen las manos limpias, porque no hacen nada. En este momento es fundamental que nuestro compromiso sea a pleno riesgo y a toda costa. Aunque ello signifique como dije antes, enlodarnos las manos y a veces hasta el alma. Así sucias y todo, hemos de seguir sembrando la cosecha de esperanza. Cuando Dios venga solo nos mirara las manos y el corazón.

Hoy necesitamos Misioneras Teresitas con vocación de salvadoras de estrellas como dice una hermosa parábola. Las animo hermanas a que nos apasionemos por anunciar el REINO en el lugar donde Dios nos ha sembrado. Sin miedo al calor o al frío, dispuestas a darlo todo por Aquel que nos llamó, nos llama y nos seguirá llamando.

Vale la pena entregar la vida sin esperar intereses humanos, cuando nos despojamos de ellos nos sentimos libres para el envío.

La misión nos espera estemos prontas a decir sí, con alegría sin recelo al compromiso.

Fotografía Libre de uso bajo Licencia Creative Commons

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