En Guatemala coexistimos los Pueblos Mayas, Garífunas, Xinkas y Ladino-Mestizo, con una población de más de 18 millones de habitantes, siendo la mayoría descendiente del Pueblo Maya, compartiendo una historia, cultura, identidad, sistemas de vida y conocimientos milenarios.
“El Sol, la Abuela, las montañas, los bosques, los animales y las aves
comunican acontecimientos a los seres humanos para prevenir,
corregir y mejorar el equilibrio con la Sagrada Madre Tierra y con el Universo.
En los primeros días del año 2020 la Abuela Luna, en el Fuego Sagrado Ancestral, en los sueños de las sabias y sabios, se anuncia graves problemas contra la vida de la Madre Tierra y enfermedades a la salud humana. La llamada es respetar la vida de la Madre Tierra, las montañas, bosques, ríos, animales, aves y la vida de los seres humanos”.
Felipe Gómez, Maya K’iche”
En Guatemala coexistimos los Pueblos Mayas, Garífunas, Xinkas y Ladino-Mestizo, con una población de más de 18 millones de habitantes, siendo la mayoría descendiente del Pueblo Maya, compartiendo una historia, cultura, identidad, sistemas de vida y conocimientos milenarios. Millones de habitantes viven en la pobreza y extrema pobreza, con un alto grado de vulnerabilidad en la salud y la desnutrición. La población más afectada son los pueblos originarios y campesinos.
En medio de esta realidad, la espiritualidad maya continúa presente y viva desde las comunidades. Durante el tiempo de pandemia, mujeres y hombres guías espirituales se dirigen a los altares, centros ceremoniales y lugares sagrados a ofrendar materiales ceremoniales, oraciones de agradecimiento y petición por la salud personal, familiar y colectiva. Pidiendo que no falte la comida y que las raíces, plantas, frutas, hierbas naturales sanen y protejan el sistema inmunológico de los habitantes. En este contexto, la Abuela Luna (Qati’t ik’) comunica que en Luna Nueva y Luna Llena se debe cuidar la salud de los recién nacidos, ancianas y ancianos.
El Ministerio de Salud adoptó medidas para fortalecer el acceso a una atención de la salud culturalmente adecuada en el contexto de la pandemia. Por ejemplo, emitió una guía para la prevención y gestión del COVID-19 para los pueblos indígenas a nivel comunitario. El Ministerio reconoció el papel clave de las comadronas indígenas como proveedoras de servicios de salud en las comunidades rurales, introduciendo una exención a las regulaciones del toque de queda para permitirles atender a sus pacientes, difundiendo información para ellas a través de la radio y proporcionándoles equipo de protección básica a ellas y a sus pacientes. Sin embargo, algunas comadronas reportaron que no habían recibido dicho equipo o que lo habían recibido parcialmente. Las comadronas indígenas continúan al frente de la respuesta a la COVID-19 en sus comunidades, proporcionando acceso a la salud sexual y reproductiva para las mujeres, y difundiendo información acerca del COVID-19 y medidas para prevenir el contagio.
La pandemia continúa amenazando la vida de los pueblos indígenas, quienes están sobrerrepresentados en el sector informal y tienen el doble de probabilidades de vivir por debajo del umbral de la pobreza en comparación con la población no indígena. La COVID-19 agravó la exclusión y discriminación histórica de los pueblos indígenas con respecto al acceso a servicios básicos, en particular las desigualdades en el acceso a los derechos a la salud, la alimentación, el agua y la educación. Las medidas sanitarias recomendadas están fuera del alcance de la mayoría de los pueblos indígenas, pero sus propios mecanismos de organización juegan un papel importante en la prevención de la COVID-19 en los territorios, barrios, colonias y zonas. Por ejemplo, las autoridades indígenas coordinaron acciones, incluido el confinamiento colectivo en la comunidad, y los Aj Q’ij (guías espirituales) brindaron apoyo espiritual y psicosocial.
En este contexto, es importante aclarar que las plantas medicinales utilizadas para prevenir y curar la Covid-19, son solamente una parte de la riqueza terapéutica y curativa de la medicina natural dentro del sistema de medicina indígena o ancestral.
El manejo y aplicación de las plantas medicinales constituyen una serie de conocimientos y prácticas ancestrales heredadas de generación en generación para una administración idónea o cuidadosa haciendo de este proceso de tratamiento no sólo un sistema de curación sino creando una estrecha relación entre el paciente y la sanadora o sanador.
En el sistema de curación-tratamiento de los síntomas y/o enfermedades con base a plantas medicinales y tratamientos naturales constituye en la actualidad una práctica eficiente y de bajo costo para las familias guatemaltecas.
Dentro de los beneficios de las plantas sanadoras, tenemos:
- De fácil cultivo para las familias.
- De fácil acceso y sin contaminación
- Se utiliza para el alivio y curación de muchas enfermedades
- Se utiliza con fines preventivos-curativos de síntomas enfermedades en el cuerpo. - Fortalecen el buen funcionamiento de todo el cuerpo.
- Se rescata y valora los conocimientos ancestrales y se garantiza la réplica en las generaciones actuales.
- Para varias familias constituye una fuente de ingreso adicional o únicos para las familias (venta por mayor y menor) en verde, deshidratadas, polvo o compuestas.
- Evita gastos y salva vidas en casos de crisis y emergencias.
- Lo más importante, es que se trata varias enfermedades al mismo tiempo y no genera efectos secundarios al utilizarlas.
Las principales plantas utilizadas en Comalapa en este tiempo de pandemia para prevenir y curar la Covid-19 han sido: Hojas de eucalipto, manzanilla, canela, té de limón (limonaria o hierba Luisa), hoja de higuera, limón, jengibre y miel de abeja; para la preparación se pone a hervir el agua, cuando hierve se echan las anteriores plantas, se apaga el fuego, se deja reposar por cinco minutos y al momento de servir se echa la miel de abeja.
Para la calentura (fiebre), algunas personas utilizan un manojo pequeño de verbena, la cocinan y cuando ya ha hervido, le echan una tableta de tabcin morada y toman una vez al día.
También el temazcal (sauna artesanal) “tuj” tiene muchas propiedades para el cuerpo y lo utilizan normalmente una vez por semana.
Como Misioneras Teresitas, al conocer cada una de estas prácticas, nos hemos interesado en cultivar plantas medicinales, teniendo al momento treinta y cuatro; con el objetivo de dar a conocer a los jóvenes y niños las propiedades curativas de las plantas, animar a la comunidad en aprovechar sus propiedades preventivas y curativas.
Webgrafía:
- http://www.fao.org/family-farming/detail/es/c/1279354/https://www.clacso.org/pueblos-indigenas-en-el-contexto-del-covid-19-en-guatemala/
- https://guatemala.un.org/es/54016-covid-19-y-la-resiliencia-de-los-pueblos-indigenas
- https://www.dw.com/es/pueblos-ind%C3%ADgenas-hacen-frente-al-covid-19/a-57533654
- https://oacnudh.org.gt/images/CONTENIDOS/ARTICULOS/INFORMESANTERIORES/2020.pdf
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