Blog de Espiritualidad Teresiano
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LAS ACOMPAÑAMOS DESDE NUESTRAS CASAS

A propósito de la consagración de Prenovicias de nuestra comunidad en Colomcia y Guatemala, este próximo 13 de mayo, hemos creado un Evento en nuestra fan page de Facebook, por medio de la cual te invitamos a que te unas a nuestra Eucaristía de consagración de las prenovicias de primer año a la Santísima Virgen este 13 de Mayo de 2020 a las 11:00 AM Hora de Colombia y/ó 10:00 AM si estás en Guatemala. la Eucaristía se transmitirá en vivo por este medio (Facebook) acompáñanos virtualmente.

Orledis Mieles Guarín

Mi nombre es Orledis Mieles Guarín, tengo 20 años, la menor de 3 hermanos. Soy de Medellín Antioquia y estoy en el primer año del prenoviciado.

Alegremente les comparto mi experiencia vocacional y la manera como me estoy preparando para consagrarme a la Virgen Inmaculada.

Todo parte de un punto: me sentí amada, y ya nada en mí volvió a ser igual. No encontraba la plenitud en las cosas del mundo, sólo en Jesús, más específicamente en la Eucaristía. Sentía que Él quería más de mí, y me lo hizo saber en un retiro espiritual, vocacional, con los Padres Carmelitas en Girardota. y después por otros medios.. Tuve varias experiencias en las que pude saber qué era lo que el Señor trataba de decirme, y que yo, por los afanes del mundo, no le prestaba atención. A través de un hecho dentro de la Eucaristía, entendí que Él quería que yo fuera su esposa y pude experimentar a través de su Palabra, el llamado que me hacía y finalmente, me confirma con un ramo de rosas, que la Congregación de Hermanas Misioneras de Santa Teresita, es el lugar para ser Santa.

Al fin comprendí, con mucha dificultad, que esto que hago es lo que Él quiso desde siempre y que lo tenía planeado desde la eternidad, y estoy aquí para ser valiente como ustedes, hermanas, que aún siguen diciéndole sí al Señor y que van más adelante que yo, mostrándome que se puede ser fiel al Señor, hasta el final.

Y como este camino se da de la mano de Nuestra Madre, la Virgen Inmaculada, estoy disponiendo mi alma, mi cuerpo, mi casa para este momento tan especial que se acerca y que me hace partícipe de esta hermosa y santa congregación de manera oficial: me fortalezco en aquellas cosas que más me cuesta, me estoy llenando de adornos que se obtienen con pequeños sacrificios, limpio y purifico mi alma siendo vigilante en mis pensamientos, palabras y acciones, realizando frecuentemente un examen de conciencia, me enamoro de aquel que es mi Prometido, presente en el Sagrario, fortalezco mis relaciones interpersonales para vivir plenamente con mi comunidad que es mi nueva familia, humedezco la tierra de mi corazón con la Sagrada escritura, meditándola para hacerla vida, estar vigilante en mis emociones y sentimientos, que sólo deben pertenecerle al Rey, entrego constantemente rosas a la Virgen para que teja a mi favor. Hacerme consiente de dónde estoy y lo que debo ser, me lleva a pulirme en todo aquello que debo mejorar y como lo que soy, una Prenovicia, comportarme acorde al lugar y a las personas, que el Señor trabaja a través de mis maestras y compañeras...


Lidia Azucena Chuy Curruchiche

Mi nombre es Lidia Azucena Chuy Curruchiche, tengo 20 años, soy del País de Guatemala, la mayor de 8 hermanos. Quiero compartir con ustedes, una parte de mi historia vocacional.

Tengo el privilegio de pertenecer a una familia cristiana y unida. Desde muy pequeña, mi papá siempre me hablaba de los misioneros y cuán importante es su vida ante el mundo y ante Dios.  Esa semilla quedó sembrada en mi corazón; después de 15 años, al finalizar mis estudios del nivel básico, sentí el llamado de Dios en mi vida, tuve mucha dificultad de aceptar mi vocación, mi hermana era la que quería ingresar en un convento de contemplativas.

Después de unos años, me di cuenta que ese llamado era para mí. Fue difícil dejar mi familia para poder responderle al Señor; Era necesario hacer una ruptura con mi familia. Luego conocí a las Hermanas Teresitas, y comencé mi proceso vocacional con la Hermana Martha Marín.

Cuando una mujer se enamora no le importa las fronteras para vivir y estar con el amor de su vida y eso fue lo que hice para amar a Jesús y nunca me arrepentiré de haber tomado esta decisión de entregar mi cuerpo, alma, vida y corazón en la misión que Dios ha puesto en mis manos. En este momento estoy en proceso de adaptación a una nueva cultura, conocer a mis compañeras y amarlas en Cristo Jesús, siento que nunca me he sentido sola porque cada día voy creciendo en mi vida personal y espiritual.

He fortalecido mucho mi vida fraterna, el trabajo en equipo. Este tiempo de preparación para la consagración a Santísima Virgen, la Inmaculada Concepción, es un reto muy grande para mí.  Ella me invita a tener un corazón puro y limpio para mi consagración y ser  consciente de este gran don que el señor me quiere dar para seguir enamorándome de EL, en una opción concreta y firme. En medio de las alegrías y dificultades de la vida, aspiro llegar a la santidad haciendo siempre la voluntad de DIOS.


Yurany Andrea Parra Sánchez

Mi nombre es Yurany Andrea Parra Sánchez, tengo 26 años, nací en Chaparral-Tolima, tengo dos hermanos mayores y soy Prenovicia de primer año. Mi historia vocacional inició cuando tenía 7 años; compartí con las Hermanas Vicentinas cuando iban a misión de Navidad y Semana Santa a la vereda Mesa de Aguayo, corregimiento de Chaparral, donde me encontraba. Desde ese momento sentí admiración por la vida consagrada que llevaban, y le dije a mi mamá, Mariela Sánchez, que quería ser Religiosa Misionera, pero al momento le dije que no. 

Así transcurrieron muchos años, creyendo que mi vocación era el Matrimonio, tanto así que tuve un noviazgo de 10 años, y cuando estaba a punto de comprometerme, viví una situación de la que el Señor se valió para manifestarme su amor. Cuando salí hacer mi práctica de Ingeniería Industrial en una planta de Arroz Diana, con gran proyección profesional, tuvieron que cancelarla porque ya había tenido un contrato de aprendizaje. Salí, sin entender nada, renegando con la “Vida” porque no me habían salido las cosas como esperaba. Fui a la universidad, y vaya sorpresa que quince días después, resultó una práctica en la universidad, desde el área de Gestión Humana, donde siempre habían contratado solo Psicólogos. Hoy me encuentro en formación, próxima hacer mi consagración a la Virgen, nuestra Madre, la Inmaculada Concepción, motivada por Ella, mi mayor modelo de Santidad, a quien le debo mucho por llevarme a su Hijo Jesús, y en quien encuentro motivación para serle fiel hasta el final, revistiéndome cada día con la armadura de Dios, y con la mirada puesta solo en Jesús.

En aquel lugar una misionera de Lazos de Amor Mariano me invitó a iniciar la consagración a Jesús por María. Durante la formación, empecé a desear una relación con Dios plena y anhelar la Santidad. Asistí a un retiro de Conversión de Lazos, y allí el Señor me habló, diciéndome que fuera a donde mi guía espiritual, que él me iba a decir lo que debía hacer.

Y así fue, en noviembre del 2018, fui donde mi director espiritual, quien me hizo entender el regalo maravilloso que Dios había estado guardando para mí: Mi vocación a la vida consagrada, el Señor lo guardó tantos años respetando mi libertad, hasta que vio en mi corazón, el anhelo de Amarlo y hacerlo Amar.


Jennifer Silva Núñez

Mi nombre es Jennifer Silva Núñez, soy del Vaupés; tengo 18 años, pertenezco al grupo étnico Desano y tengo 6 hermanos. Mi papá Fernando Silva Mendoza, mi mamá Mariela Núñez Valencia y soy Prenovicia de primer año.

“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré” fueron las palabras consoladoras con las que el Señor Jesús me animó para que siguiera sus huellas y comprendí, con su gracia, que necesita mis manos, mi inteligencia y mi servicio para cumplir mi misión en bien de los demás.

Mi vocación nace cuando hago mi primera comunión, pero cuando tenía dos años, mi mamá cuenta que yo me revestía de monjita aún sin conocer a las religiosas, también me ayudaron las películas de los santos que nos mostraba mi papá y una de mi favorita fue la de San Francisco de Asís.

En realidad, descubrí el llamado sólo hasta los 15 años; decidí que yo también podía hacer parte del ejército misionero, aunque pertenecía a una cultura diferente. Un sacerdote me presentó la autobiografía de Santa Teresa de Ávila; me gustó y me enamoré aún más de la vida consagrada así que empecé a preguntarle al padre, si existía alguna comunidad religiosa, entonces él me dijo que las Hermanas Franciscanas; pero meses después ellas se fueron para Brasil luego, aunque me gustaba tanto la vida de san Francisco de Asís, me quedé con el ánimo de seguir buscándolo. Seguía preguntándole al padre hasta que me habló de las Hermanas Teresitas. Pues, ha sido una búsqueda interesante, hasta que encontré el lugar que Él quería para mí. Compartí con las hermanas de Mitú durante 3 años mientras terminaba de estudiar y a la vez hice mi proceso de discernimiento vocacional.

La consagración a la Virgen María Inmaculada para iniciar el Prenoviciado, es una de las mejores opciones que ha hecho el Padre Fundador, para entregar a Jesús, un alma dispuesta y limpia a través de su madre. Y aquí es donde verdaderamente veo que tengo que dar lo mejor de mí ya que es una entrega absoluta, un compromiso conmigo misma y con Jesús.  Por esta razón, me estoy preparando no solo en lo externo sino interiormente y portar el uniforme, es lo que me permite continuar siendo un soldado de Cristo y por eso, a mi parecer, tiene ser como el  de Él, aún más; yo ya no quiero vivir, sino que sea Cristo quien viva en mí.

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