Las Hermanas Gabriela Giraldo López, María Beatriz Montoya Aguilar y Nora Gómez Vargas, Misioneras Teresitas, que compartimos con nuestros hermanos MISIONEROS DE YARUMAL la espiritualidad, la fraternidad y el trabajo apostólico, en Carurú – Vaupés, les dedicamos con mucho afecto estas memorias en el 93° aniversario de la fundación del Instituto... (Primera Entrega)
Animadas por el Papa Francisco cuando en el N° 35 de la reciente exhortación apostólica, anima a las culturas a hacer memoria de su pasado:
Animadas por el Papa Francisco cuando en el N° 35 de la reciente exhortación apostólica, anima a las culturas a hacer memoria de su pasado:
“Mientras el riesgo de que se pierda esta riqueza cultural es cada vez mayor, gracias a Dios en los últimos años algunos pueblos han comenzado a escribir para narrar sus historias y describir el sentido de sus costumbres. Así ellos mismos pueden reconocer de manera explícita que hay algo más que una identidad étnica y que son depositarios de preciosas memorias personales, familiares y colectivas. Me hace feliz ver que, quienes han perdido el contacto con sus raíces, intenten recuperar la memoria dañada. Por otra parte, también en los sectores profesionales fue desarrollándose un mayor sentido de identidad amazónica y aun para ellos, muchas veces descendientes de inmigrantes, la Amazonia se convirtió en fuente de inspiración artística, literaria, musical, cultural. Las diversas artes y destacadamente la poesía, se dejaron inspirar por el agua, la selva, la vida que bulle, así como por la diversidad cultural y por los desafíos ecológicos y sociales.
Las Hermanas Gabriela Giraldo López, María Beatriz Montoya Aguilar y Nora Gómez Vargas, Misioneras Teresitas, que compartimos con nuestros hermanos MISIONEROS DE YARUMAL la espiritualidad, la fraternidad y el trabajo apostólico, en Carurú – Vaupés, les dedicamos con mucho afecto estas memorias en el 93° aniversario de la fundación del Instituto:
Hna. Marìa Beatriz Montoya Aguilar mt
Para mí esta mi primera experiencia Misionera acabando de profesar, fue el mejor regalo que Jesús el Divino Misionero por medio de mi Amado Instituto, me diera para iniciar mi vida religiosa Misionera, con un grupo especial de hermanas, la superiora quien había sido mi Vice maestra en la formación y de las otras tres hermanas, una había sido compañera de formación, todas nos sentimos muy felices para recorrer juntas ese camino en cercanía, cariño, ayuda mutua, diálogo fraterno y celo misionero:
- El conocimiento de los Hnos. indígenas, Cabucos (Mestizos) y algunos que llaman blancos por ser del interior del país.
- La búsqueda de una luz… (Las semillas del Verbo, presentes en cada cultura, para poder dar el primer anuncio a unos y la Nueva evangelización a otros, a través de la escuela- Internado, la visita a las malocas y misiones en los caños )
- Inmensas selvas, atravesadas por el gran río Vaupés.
La dominación y explotación de algunos colonos, no pudo destruir “LO MÁS GENUINO DEL HOMBRE INDÍGENA DEL ALTO VAUPÉS”:
- Su perfecta armonía con la naturaleza
- Su alegría, sencillez y hospitalidad
- La integración del sufrimiento
- La unidad de su ser con todo lo que le rodea y acontece.
- El conocimiento, amor y seguimiento a Jesucristo.
Se les despojó de muchos de sus bienes materiales, pero poseen LA RIQUEZA DE LA VIDA desbordante en todos los seres.
En el numeral 76 de mi testamento: Apóstol contigo mi Cristo”, en el que se destaca el celo misionero de nuestro Padre Fundador, me invita siempre a reavivar mi fe para encarnar a Cristo en mi vida y que esta sea una proyección en mi vida apostólica para desempeñar el papel de verdadera evangelizadora donde esté. Agradezco al Señor esta oportunidad de compartir mi vida Misionera y aprender tanto con estas buenas gentes y con mis Hnos. Javerianos con quienes trabajamos unidos por la extensión del Reino en esta parte inolvidable y muy querida Amazonía.