La formación en nuestra Congregación de Hermanas Misioneras de Santa Teresita, es un servicio que requiere total dedicación, vida de oración, sentido de pertenencia por el Instituto, tes- timonio de radicalidad en el seguimiento a Jesús, comprensión, paciencia, docilidad al Espíritu Santo, discernimiento comunitario, apertura y conocimiento de la realidad de la joven que llega a nuestra Congregación con muchas expectativas y sueños.
Alabado mi señor, Cantaba así san francisco, Al contemplar la creación la hermosura del Dios vivo,
La hermosura del Dios vivo, Que a su imagen nos creó, Y puso en nuestras manos, Administrar la creación...
¡La crisis del COVID-19, ha pillado por sorpresa a miles de Docentes programados, asegurados en el sistema, en el método, en la rutina de los días, la planeación llevada a cabo…todo se cae, se resquebraja…! Hacia ¿dónde mirar?, silencios mudos convertidos en palabras de riesgo, de alarma, de apuros, de trance… al fin, ¿por dónde empezar? Como niños tomados de la mano se realiza el milagro del sorpresivo trabajo en grupo, solos no, imposible… el temor, el miedo, el sin saber qué ha sucedido en minutos, atrapa para llevar a cabo lo que es y debe ser en educación. Trabajo mancomunado, solidarizado, asociado para triunfar…
"Los atletas se privan de todo; ellos para ganar una corona que se marchita; nosotros, en cambio, una que no se marchita" (1 Co 9, 25).
Este tiempo de Juniora ha sido y será siempre un verdadero KAIROS. Una sensación de felicidad y plenitud, un tiempo en el cual he sentido y experimentado cómo la mano del Buen Dios me ha acompañado. Cuando tomé la decisión de jugar para este equipo sabía que no iba a ser nada fácil, pero este tiempo me ha servido para fortalecer cada día más mi opción por el Señor y de convencerme que jugar para Él ha sido la mejor decisión que pude haber tomado en mi vida.
“El Señor me miró, me amó y me llamó”.
Quisiera comenzar dando gracias a Dios Padre por llamarme, por atraerme cada día más hacia su hijo Jesús por medio de un amor que me impulsa a conocerlo y vivirlo.
“En nuestra vida, tenemos miedo de las sorpresas de Dios"
Con esta frase, queridas Hermanas quiero iniciar, para compartirles mi experiencia de la ani-mación vocacional en este tiempo de pandemia.
Soy la Hna. Yamile Ruiz Reyes, voy caminando mi sexto año en la etapa de juniora y quiero compartirles que en estos casi seis años he vivido varias experiencias muy significativas y que han marcado y llenado mi vida de gran manera. "El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres" (Salmo 125)...
El 22 de Junio de 1938 fue mi primer encuentro con Mons. Miguel Ángel Builes Gómez, cuando tenía un día de nacida a los 7 meses en Santa Rosa de Osos, Antioquia. Mi abuelita materna se madrugó conmigo porque la niña nació muy pequeña y parecía enferma según sus quejidos, además, era costumbre de los padres hacerlos bautizar y confirmar lo más pronto posible...
La tristeza del ser humano sumergido en sombras de muerte. Una realidad que duele.
Cuántas personas hoy crecen ante Dios como un retoño, en un inicio hay gran esperanza y con el pasar de los años son como raíz en tierra seca. La familia, el ambiente no son favorables y se trunca el proyecto de Dios.
Vida fraterna es gracia, vida fraterna es alegría de Dios, vida fraterna es libertad y gozo en el Espíritu, vida fraterna es ser familia, vida fraterna es unión con el verdadero Cristo.
Mi nombre es Hna Silvia Domínguez Montejo, mexicana y Juniora de sexto año, actualmente me encuentro en la comunidad Local de San Juan Comalapa-Guatemala.
“A pesar de mi pequeñez, quisiera, Señor Jesús, recorrer la tierra, predicar tu nombre y plantar en la tierra infiel tu cruz gloriosa.
Pero, no me bastaría una sola misión, querría anunciar el evangelio al mismo tiempo en las cinco partes del mundo, hasta las islas más remotas.”